La
microfotografía es un tipo de fotografía en la que
la imagen de un documento es reducida y
captada en película. Al ser fotografiados, los documentos
son reducidos a un tamaño de unos cuantos milímetros.
Luego de pasar por un proceso de revelado, sobre la película
tenemos una imagen reducida del documento original, la cual es demasiado
pequeña para ser leída a simple vista, por lo que
debe ser ampliada proyectándola sobre la pantalla de un lector
de microfilm, además si contamos con un lector impresor podemos
hacer copias en papel de los documentos previamente microfilmados.
De esta manera, obtenemos una copia en papel que se puede utilizar
como el original.
Para
microfilmar debemos tener en cuenta cuatro pasos básicos:
Se registran
(fotografían) los documentos.
Se revela
la película.
Se guarda
la película en su contenedor.
Se localiza
y amplía la imagen de los documentos.
Como
explicaré más adelante, hay varias formas de llevar
a cabo cada una de estas etapas, pero debemos tener en cuenta que
las mismas son imprescindibles, y ademas están relacionadas
unas con otras.
Por ejemplo, la forma en que Se filma el documento a menudo determina
la manera en que se localiza y lee. Volveremos sobre estos puntos
más adelante, pero primero repasaremos brevemente la historia
de la industria micrográfica.
El
microfilm, no es una invención moderna, ya se usaba en el
siglo XIX.
La primera microfotografía fue realizada en 1839 por John
Benjamín Dancer. Esta microfotografía fue hecha con
una relación de reducción de 160x. La relación
de reducción es la cantidad de veces que el tamaño
del documento es reducido al ser fotografiado. Este tamaño
es extremadamente grande si lo comparamos con las relaciones de
reducción que comúnmente se utilizan en la actualidad.
Un francés, Rene Dagron, fue uno de los pioneros del microfilm.
Ya en 1859 le fue concedida la primera patente para una microforma
utilizable comercialmente. (El termino microforma engloba todas
las formas y tamaños del microfilm). Poco más de una
década más tarde, en 1870, durante la guerra franco
- prusiana, Dagron empleó el microfilm para la defensa de
su patria. Durante el sitio de París, y bajo la dirección
de Dagron, se enviaron mensajes microfilmados a las tropas francesas
mediante palomas mensajeras. El correo de palomas, como se llamó
a las palomas de Dagron , entregó aproximadamente 115.000
mensajes. Un año después, en 1871, Dagron retornó
al uso comercial de su producto microfilmando los archivos de una
compañía de seguros.
Hubo pocas novedades en el empleo de microfilms hasta finales de
los años veinte. En 1928, George McCarthy, un banquero neoyorquino
e inventor aficionado se encontró frente a la necesidad de
hallar un método eficiente para hacer copias de los cheques
procesados por su banco, ya que el hecho de que un cliente de su
banco negaba haber escrito o cobrado un cheque que había
sido descontado de su cuenta y dado que el banco había devuelto
al cliente el cheque cancelado junto a su resumen de cuenta mensual,
la institución no poseía prueba alguna de que el mencionado
cheque hubiera existido. McCarthy pensó que este tipo de
problemas podía resolverse "Capturando" una imagen
de los cheques cancelados, antes que dejaran el banco. McCarthy,
que posteriormente fundó la empresa Recordak, respondió
a esta situación ideando una cámara de microfilm con
la que fotografiaba los cheques.
La idea de McCarthy pronto fue aceptada y muchos banqueros comenzaron
a registrar los cheques de esta manera. Otras empresas e instituciones
que tenían problemas con documentos " en transito"
adoptaron en forma limitada el uso del microfilm. Sin embargo, y
por algún tiempo, los bancos continuaron siendo los principales
usuarios de microfilm.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el uso del microfilm tuvo un
considerable impulso al ser empleado por el correo de las Fuerzas
Armadas de los EE.UU., el " United States Victory Mail "
o correo "V".
Finalizada
la guerra otras ramas del gobierno adoptaron el microfilm, principalmente
a fin de reducir el espacio necesario para almacenar la cantidad
cada vez mayor de documentos oficiales.
El gobierno
de los EE.UU. se convirtió en el mayor usuario de microfilm
durante el período inmediatamente posterior a la guerra.
A pesar de la introducción de varias innovaciones, La industria
micrográfica permaneció estancada durante la década
de los cincuenta. Los equipos de microfilmación aún
no tenían el desarrollo adecuado para su empleo en operaciones
comerciales.
En muchos casos la calidad de la imagen era pobre, haciendo que
las copias fueran difíciles de leer. El desarrollo de Sistemas
de microfilmación no estuvo coordinado con el de los equipos.
Pocas de entre las muchas pequeñas compañías
fabricantes de equipos de microfilmación contaban con los
recursos económicos o los conocimientos necesarios para
producir sistemas completos de microfilmación. Todavía
el microfilm no era concebido como una parte activa e integral
de un sistema de información.
Tres factores fueron los responsables en la década de los
sesenta de que el microfilm se convirtiera en una alternativa
viable para muchas operaciones comerciales.
La era de la computadora.
Los adelantos tecnológicos en la industria micrográfica.
Las nuevas leyes de mantenimiento de archivos.
Con la aparición de la computadora y su uso creciente en
los años sesenta, la industria micrográfica comenzó
a expandirse rápidamente. Las computadoras generaron la necesidad
de manejar vastas cantidades de papel. Pronto, el manejo de papel
se convirtió en un problema importante. Al mismo tiempo se
produjeron adelantos tecnológicos en todos los aspectos de
la industria micrográfica, tanto en hardware como en software.
Simultáneamente fueron sancionadas varias nuevas leyes que
exigían tanto al gobierno como a las empresas la cantidad
y los tipos de registros que se debían mantener.
Durante
la década del ochenta la industria micrográfica se
encontraba en plena expansión con una saturación del
mercado de apenas el 5 % y con una estimación de crecimiento
del 15 % anual.
Con
la aparición en el mercado de la imagen digital, no fueron
pocas las voces que anticiparon el fin de los archivos microfilmados,
pero esta afirmación, merece un análisis más
detallado y sin tanta ligereza, un punto importante de un análisis
serio, lo encontramos en la comparación de las ventajas y
desventajas de estos dos importantes recursos que empleados de forma
correcta nos facilitan enormemente el manejo de nuestros archivos.
Las
principales ventajas que una imagen digital posee por sobre el microfilm,
quedan al descubierto cuando necesitamos consultar o recuperar un
documento desde nuestros archivos, las herramientas integradas a
nuestro Sistema de Información, además de facilitarnos
la busqueda, acelerando este proceso, nos dan la posibilidad de
que esta información se pueda compartir entre varios usuarios.
En
la práctica estos archivos de imágenes, en general,
aprovechan estas ventajas (Facilidad y rapidez en la consulta, posibilidad
de compartir la información) durante los tres, o a lo sumo,
seis primeros meses desde su creación, pasado este período,
su consulta disminuye hasta hacerse innecesaria, pero en ocasiones,
por razones legales debe garantizarse su guarda, por diez o más
años, este tiempo más que considerable si tenemos
en cuenta los rápidos cambios tecnológicos que se
producen en la industria Informática, pueden provocar inconvenientes
para recuperar la información digital, simplemente por incompatibilidad
de los recursos disponibles al momento del recupero de datos (Lectoras
de CD-R, Lectoras de DVD, Lectoras de Discos Ópticos, etc.),
en prevención a estos cambios tecnológicos, se debería
migrar a la nueva tecnología con los costos que ello implica.
Esto nos lleva a la principal ventaja no superada del microfilm
que es su perdurabilidad en el tiempo, no solo de su soporte (que
en óptimas condiciones se garantizan 500 años) si
no de los medios de recuperación (basados en tecnología
de proyección óptica).
Teniendo en cuenta estas ventajas y desventajas de las tecnologías
descriptas, podemos asegurar que la Clave para el manejo de documentos
debe ser una combinación de ambas tecnologías, sobre
la base de un análisis a conciencia del ciclo de vida de
cada uno de los documentos emitidos por las Empresas u Organizaciones.